miércoles, 30 de septiembre de 2020

Para los escritores indies (independientes) no es fácil llegar al público


   En el año 2009 empecé mi aventura como escritora independiente haciendo una impresión en papel de mi primera novela y el manual. Fue una alegría ver el libro impreso, aunque luego vinieron las inevitables frustraciones, porque la distribución en librerías está prácticamente cerrada para nosotros.

   Si miramos las estanterías y mesas de cualquier librería veremos solamente los títulos de las grandes editoriales. Los libreros raramente reciben un libro de autor independiente, excepto si es un amigo, e incluso los libros de editoriales pequeñas están escondidos en algún estante, no en los lugares más visibles o en los escaparates. Por supuesto hay excepciones a esto, pero la norma es la que acabo de exponer.

   Puede haber salidas que parten de un esfuerzo cooperativo, como el de algunos escritores en España, que crean redes de distribución alternativas. Pero España es un país pequeño y es más fácil el contacto con las librerías de las principales ciudades. No sucede lo mismo en la Argentina y en la mayoría de los países de América Latina, donde las distancias son enormes. En nuestro país hay iniciativas  como la de la FLIA (Feria del Libro Alternativo), promovida por jóvenes escritores, pero la distribución de sus libros no llega a los circuitos comerciales de distribución, se mantiene en circuitos alternativos, por lo cual su alcance es reducido.

  Cuando colgué mis libros en la web (a partir del año 2012), luego de la euforia inicial, estuvieron los hechos. La mayoría de la gente sigue prefiriendo leer en papel… Publicar ebooks es algo que recién empieza, y los portales que permiten la autopublicación a los indies son poquísimos y en castellano menos aún. En una empresa como Amazon (donde estaban mis libros hasta hace unos años),  es tan abrumadora y creciente la cantidad de obras en oferta, tanto de independientes como de editoriales, que es muy difícil lograr una buena visibilidad, y los que la consiguen son muy pocos y debido a que son muy hábiles en la promoción.

   Sin embargo, a pesar de esta visión realista acerca de la autopublicación, es una suerte que ésta sea posible. Para cualquier escritor, publicar su libro para que lo lean es prioritario. Y la autopublicación, más allá de sus actuales límites, lo permite.


  

  


Un escritor, además de escribir, ¿tiene que ser empresario?

   Hace poco dejé un comentario en la página de un conocido agente literario, quien habitualmente permite comentarios a sus interesantes pos...