miércoles, 9 de septiembre de 2015

El respeto a los demás en las redes sociales (2)

 

   Siguen mis sorpresas frente a las actitudes de algunos internautas. 
   En Google +, aparezco como seguidora o conocida de personas que nunca elegí marcar en esas categorías. Como lo hacen no lo sé, supongo que hay trucos y tretas, pero me parece inadmisible y tramposo. 
   En Facebook, a pesar de que “teóricamente” los perfiles no deben ser falsos, lo real es que son cada vez más los perfiles anónimos. O sea: personas que no se sabe realmente quienes son. La foto del perfil es un dibujo o animalito o …. , no hay nada que identifique a esa persona, y todo eso, que en última instancia si Facebook lo permite a mí no me afecta, no les impide mandar solicitudes de amistad. 
   ¿Cuál es el juego? 
   Creo que las redes sociales se están convirtiendo en un campo peligroso para los incautos, que son la mayoría. Porque aunque Facebook y las demás redes posibilitan configurar cierta privacidad en el perfil, la mayoría de la gente no lo tiene en cuenta. Y cualquiera puede acceder a toda clase de información sobre las personas, ver las fotos de sus familiares, saber dónde viven y muchos otros datos. 
   Sería interesante tomar conciencia de esto, porque después puede haber sorpresas desagradables. 

jueves, 18 de junio de 2015

El respeto a los demás en las redes sociales


  Las redes sociales permiten a veces –mediante sus programas- ciertas maniobras que aunque altamente provechosas desde un punto de vista promocional  son, al ser usadas sin delicadeza, una completa falta de respeto hacia los demás. Y si se trata de Facebook esto significa hacia los que son nuestros amigos virtuales. 
   Ya van dos veces que aparece en mi perfil que me gusta una página a la cual nunca le puse un “me gusta”. Al investigar el asunto me enteré que Facebook permite convertir un perfil en página, y mediante esa acción, todos nuestros amigos pasan automáticamente a ser fans. Y esto puede hacerse sin una solicitud previa o alguna comunicación que les pregunte  si estarían dispuestos a convertirse en nuestros fans. 
   Porque no es lo mismo una categoría que la otra… 
  Y esto conduce a que los muchísimos fans de una página no impliquen mérito auténtico.  En Facebook se llega a un gran número de fans con gran esfuerzo o si no pagando publicidad, pero ahora resulta que también con triquiñuelas como la expuesta. Los amigos que de buena fe pidieron o aceptaron serlo, pasan a otra categoría, y un perfil con gran cantidad de amigos (lo cual implica trabajo y perseverancia) pasa a convertirse en un página con gran cantidad de seguidores. O sea: lanzamiento instantáneo de la página y de su nombre (sea una persona o marca o ambas cosas), en este mundo de tantas cosas instantáneas.  
  Google también permite manejos confusos en las categorías. Si tienes un perfil en Google plus puedes convertir a la gente que está en tus círculos en seguidores de tu blog, y recientemente descubrí una nueva aplicación que permite convertir a tus conocidos en seguidores de un tema que lideras. Todo esto, por supuesto, sin que el interesado se entere.
  Otras redes también juegan con esto… Goodreads, una excelentísima red social de recomendación de libros, recientemente comprada por Amazon, repentinamente convirtió a los amigos en seguidores, y hay una cierta confusión en el traspaso de una categoría a la otra. 
   Pero en realidad, un amigo o conocido no es lo mismo que un seguidor o fan. Y la gente sigue a otros y a sus páginas, sólo cuando  siente esto de verdad, ya sea por que le gustan esas páginas y sus contenidos, o porque le sirven. Siempre hay algún motivo...
   Pero parece que las empresas de Internet están interesadas en que seamos "seguidores" de un modo compulsivo, lo cual he podido comprobar cada vez que abro un perfil en algún espacio nuevo… Todos insisten con la categoría de “seguidor”, aunque no todos deseamos entrar en esa categoría. 
  Y este tipo de maniobras en las cuales cambiamos la categoría de los demás sin aviso previo (aunque el sistema lo permita, o incluso lo aliente),  es pasar por encima de los demás y de sus decisiones. Es una completa falta de respeto.
   Y opino que el respeto hacia los demás, es una obligación no solamente en la vida real, sino también en la vida virtual. 

Un escritor, además de escribir, ¿tiene que ser empresario?

   Hace poco dejé un comentario en la página de un conocido agente literario, quien habitualmente permite comentarios a sus interesantes pos...